Categorías
Emprender Negocios Lean

Mercado meta y propuesta de valor: como tener buenas ideas de negocio

Conocer el mercado meta y la propuesta de valor permitirá al emprendedor crear buenas ideas de negocio. Suponer que algo se va a vender sólo porque es muy bueno o porque ideas similares han tenido éxito… es la formula, pero del fracaso! Por esta razón en este video comparto cómo tener buenas ideas de negocio.

Los planes de negocios tradicionales dicen que haciendo encuestas, benchmarking y estadísticas, se puede responder quien es el mercado meta y cuál es la propuesta de valor. Pero el método lean startup propone que, en un ambiente de extrema incertidumbre como lo es el emprendimiento, el mejor modo de responder estas preguntas es por medio del método científico: Formulación de hipótesis y experimentación estructurada.

Desarrolla tu hipótesis

Para crear tu primera hipótesis acerca de quien te va a comprar y porque motivo lo van a hacer, lo primero que vas a hacer es dar un salto de fe y responder utilizando tu experiencia y tu intuición. No importa si es correcto o no, lo importante es que no pienses en tu respuesta como una verdad absoluta sino como algo que vas a poner a prueba, por eso se llama hipótesis.

El modo más económico para saber si lo que piensas tiene lógica y sentido,  es platicar tu idea con alguien más. Entre los emprendedores, es muy común no querer compartir ideas de negocio, algunas veces por miedo a que alguien se las robe y otras por superstición a que el proyecto no se cumpla. Pensar de este modo, puede provocar que tu camino en el emprendimiento sea muy solitario y aumenta el riesgo de cometer errores que en un principio eran completamente previsibles.

Platicar acerca de quién es tu mercado meta y que necesidad planeas atener, te va a permitir escuchar. Escucharte a ti mismo en voz alta, exponiendo lo que piensas y escuchar a personas que puedan enriquecer tu idea. Por lo tanto:

Platica con tu mercado meta, ellos de primera mano te podrán decir si han experimentado la necesidad que estás suponiendo. Platica con tu familia, aunque no entiendan de negocios, si eres capaz de explicar tu proyecto de forma clara y sencilla es porque tú lo estás entendiendo perfectamente bien.

Y también, platica con potenciales inversionistas, no te esperes a tener completo el proyecto. No vas a llegar a pedirles dinero, sólo su opinión. Es muy probable que en estas conversaciones te encuentres con grandes aliados, mentores y personas que están dispuestas a invertir en ti.

Ahora que ya tienes una hipótesis formulada es momento de experimentar y para esto necesitas dos cosas, un producto de prueba, y alguien que esté dispuesto a probarlo.

MVP: Producto Mínimo Viable

El producto de prueba se le llama producto mínimo viable y es la versión más sencilla y barata de tu negocio. Es como si hubiera un carro, el producto mínimo viable son las llantas, el chasis y el volante. La hipótesis principal es: Si un negocio complejo crea valor, sus componentes clave en el estado mas puro, deberían tener un valor por si mismos. Vas a poner a prueba los componentes solos, para evitar suponer, sobre otra suposición que la suma de los componentes tiene valor.

Ejemplos de esto pueden ser, dar un servicio, aunque no esté 100% automatizado; revender productos ya existentes haciendo pequeñas modificaciones o incluso producir una muestra de lo que representa una experiencia completa.

Early Adopters

La segunda parte es encontrar clientes para tu prueba mejor conocidos como early adopters. A diferencia de alguien que llena una encuesta o recibe un pago por participar en un focus group. Los early adopters están dispuestos a darte de su tiempo o dinero para probar tu producto mínimo viable y por lo tanto su retroalimentación es muy valiosa. Un early adopter te puede responder por qué eligió probar tu producto, cual era su expectativa y cual fue el resultado final.

Una forma sencilla de elegir a tus early adopters es sobre-segmentar tu mercado. Por ejemplo, si tienes un producto dirigido a deportistas. puedes por llevar tu producto a un club de tenis o con un equipo local de futbol. No tienes que venderles a todos los deportistas… sólo demostrar que algunos, con características en común, están dispuestos a comprarte.

Realiza tantos experimentos como te sea posible. Descubrir de forma comprobada quien es tu mercado meta y cuál es el verdadero valor de tu propuesta te permitirá saber hacia donde dirigir tus esfuerzos y en qué acciones invertir tu tiempo y tu dinero.

¿Tienes alguna pregunta? ¿Te gustaría ver esta información aplicada a tu negocio? Ponte en contacto conmigo:

Categorías
Emprender

5 cosas que debes analizar si aún no has emprendido

¿A dónde se van las ideas de negocio? Todas esas conversaciones que se llevan a cabo en las cafeterías y esos momentos de inspiración que aparecen a mitad de la noche. Muchos de nosotros hemos tenido ideas de negocio maravillosas y la mayoría de las veces terminamos por no ejecutarlas. Y es que, cuando se trata de emprender, existe un gran filtro que separa a las personas que tienen una idea de aquellas que toman acción. Tomar acción tiene mucho que ver con la determinación, pero la determinación no es una virtud de unos cuantos, es algo a lo que todos podemos acceder.

Motivos Poderosos

Para encontrar la determinación que nos llevará a emprender es importante estudiar y reconocer algunos aspectos acerca de nosotros mismos.  Porqué tomar acción no depende de la calidad de la idea, sino de nuestra capacidad de llevarla a cabo. Y para crear esa capacidad, empecemos por reconocer los motivos detrás de nuestra intención de emprender. No todo motivo tiene que ser “quiero tener una empresa millonaria y tras-nacional” existen razones muy válidas como “demostrar que somos capaces” o incluso “ganar lo mínimo necesario”. Si encuentras que tienes una idea “millonaria” pero en el fondo tu sólo quieres “un ingreso extra” no vas a ejecutar tu idea. Por el contrario, si tu idea es congruente con tu motivo, encontrarás fácilmente la determinación para actuar.

Afinidad con el negocio

Vamos a hablar también de nuestra afinidad con el negocio que hemos elegido y lo que estamos dispuestos a hacer o dejar de hacer para que suceda. Platica con personas que tengan negocios similares, ¿qué lugares frecuentan? ¿En qué horarios trabajan? ¿Qué es lo que más retador para ellos? Si para ti, alguno de estos esfuerzos en el “fondo no lo vale”, pronto vas a encontrar que no le estás dedicando el tiempo y esfuerzo necesario a tu negocio. Elige competir en negocios donde tus gustos, fortalezas y habilidades te darán una ventaja y motivación para continuar.

Asignación de recursos

El siguiente paso es decidir cuanto tiempo y dinero estamos dispuestos a invertir en nuestro negocio. Porque al final, esos son los recursos primarios de tu proyecto. Si tú has elegido en vez de tener una inversión inicial, desarrollar el proyecto por tu cuenta, considera que vas a requerir de un ingreso que solvente el tiempo que dedicas al desarrollo de tu negocio. Por otro lado, si decides invertir dinero antes que tu propio tiempo, es importante que dediques tiempo a comprender la estrategia financiera de tu negocio. A veces caemos en un optimismo desmesurado en este paso, muchas veces por que nuestro plan financiero contempla el dinero de alguien más o un ahorro que ya tenemos disponible. Para evitar esto, pregúntate si te atreverías a financiar tu proyecto con un préstamo del banco Si la respuesta es no, probablemente es momento de revisar tus números de nuevo.

Programas piloto

Por último, vamos a visualizar como sería emprender del modo más sencillo posible. Si tu idea es demasiado compleja como para iniciarla con lo que hoy tienes, probablemente vale la pena simplificar la idea antes de hacer un esfuerzo en conseguir recursos adicionales. Esto tiene que ver con el realizar los programas piloto. Puedes tener un plan de negocios muy extenso, pero no es hasta que lo pongas a prueba que vas a conocer su validez. Iniciar una prueba con un nivel de riesgo controlado, te va a dar mucho aprendizaje de cómo se comporta tu negocio y tu mercado meta.

Conclusión: Emprender es un proceso de aprendizaje y compromiso.  Es posible que, en camino, no sólo transformes tu idea, sino tú mismo modifiques tus propias creencias, hábitos y comportamientos.  Encontrar la autenticidad y la congruencia en tu modelo de negocio te impulsará a tomar acción en tu emprendimiento.