Preparar alimentos en casa es un negocio ágil que puedes iniciar con lo que ya dispones. No hay que atender mesas, pagar nómina ni supervisar la caja. Todo suena como algo muy sencillo. ¿Será que realmente lo es?
Descarga aquí una plantilla didáctica para practicar con tus productos o platillos el cálculo de costo de receta, costo unitario y precio mínimo de venta.
Si tienes un negocio de alimentos en casa, sabes que existen muchas cosas que te estás ahorrando, no pagas renta del local y puedes hacer uso de todo el equipo, ingredientes y servicios que hay en casa.
Esto es una ventaja que merece ser aprovechada, pero es común encontrar negocios que funcionan muy bien en pequeña escala, y al momento de tener más clientes pierden esa ventaja y comienzan a operar con pérdidas.
Así que vamos a hablar de como cuidar y hacer crecer tu negocio de alimentos preparados en casa.
La regla de oro
En los negocios de alimentos se utiliza una muy sencilla regla para establecer la relación entre precio y costo. Donde, el precio del producto entregado representa 3 veces su costo.
Por ejemplo, si un producto se vende comúnmente en 60 pesos, es importante que el costo no sobre pase los 20 pesos.
Por otro lado, si no tienes un precio establecido por el mercado, y tu costo es de 30 pesos, tu precio mínimo de venta deberá ser 3 veces ese costo, en este caso, 90 pesos.
Esta relación sirve para que destines tus ingresos en tres partes iguales donde la primera será para cubrir costos, es decir volver a comprar insumos, la segunda es para realizar un presupuesto de gastos y la tercera sea tu ganancia. Veamos consideraciones importantes de cada categoría.
Costos
Tu costo incluye todo aquello que va directamente y de forma constante en la preparación de tus platillos o productos.
Empieza calculando el costo de tu receta. Utilizando siempre una lista de precios actualizada.
Por ejemplo, si tu receta lleva una taza de harina, no cuentas los $18 pesos del paquete, sino únicamente la parte proporcional que usas. En este caso, serían $2.50 porque la taza pesa 140 gramos. Realiza este paso por cada ingrediente con la mayor precisión posible.
Después calcula el costo unitario de cada platillo. Incluye los elementos que siempre sucedan como lo pueden ser los complementos y el empaque.
Gastos
Un modo muy seguro de operar es estableciendo un presupuesto conforme a la venta del mes anterior.
En los gastos vas a incluir conceptos como el incremento en tu recibo de gas. Si en meses anteriores pagabas por decir $400 y ahora tu consumo es de $500, cubre con tu presupuesto esos $100 de diferencia.
Utiliza este presupuesto para planear tus traslados, entregas en zonas cercanas y material publicitario.
Si te sobra dinero, puedes invertir en más equipo de cocina o incrementar tu presencia en redes.
No rentes un local ni contrates a nadie hasta que tu presupuesto de gastos sea lo suficientemente amplio y constante.
Recuerda que, a mayores ventas, mayor presupuesto para gastos. Si tus gastos siempre superan tu presupuesto puede ser que no estás vendiendo lo suficiente o que estás operando de un modo ineficiente. Evita asignarte conceptos de gastos tales como “sueldo de cocinero” o “gastos de representación”. Pues el presupuesto de gastos te permitirá hacer crecer verdaderamente tu negocio.
Ganancias
Para ti está la última tercera parte de tus ingresos, esas son tus ganancias (antes de impuestos). Recuerda que mantener una administración de costos y prespuestos te permitirá operar con ganancias y hacer crecer tu negocio.
Sígueme en redes para recibir más contenido de Inteligencia de Negocios.